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cultura africana contemporánea

Wura Natasha Ogunji y Raoul Peck en el Temple Muse de Victoria Island

La obra de Wura es delicada, sutil, con un enorme cuidado en el detalle. La de Raoul es más expresiva y espontánea, sin miedo a la impulsividad. Dos artistas con estilos muy diferentes pero con un carácter común: una obra profundamente personal, cuya inspiración proviene del interior.

Autor Invitado: Jess Castellote *

Hace unas tres semanas, Wura Natasha Ogunji y Raoul da Silva inauguraron una nueva exhibición, organizada y comisariada por Sandra Obiago en el Temple Muse de Victoria Island, Lagos. La exhibición podrá visitarse hasta finales de este mes de abril. Las obras que Wura y Raoul nos presentan en esta exposición no podrían estar más alejadas del exotismo vacío que aún impregna amplios sectores del arte contemporáneo africano más de 25 años después de las exposiciones “Les magiciens de la terre” (1989) y “Africa explores” (1991).

Definitivamente, ninguna de las prácticas artísticas de Wura o de Raoul se basan en esos clichés, ya exhaustos, de tendencias artísticas cambiantes, aún menos en los dictados y modas pasajeras del mercado. En el caso de Raoul, la espontaneidad, improvisación y primacía de las pinceladas gestuales están en el centro de su práctica. En un contraste marcado, el enfoque de Wura es más analítico y racional. Pero ambos nos aportan algo que viene muy del interior.

Los trabajos de Wura y Raoul son intensamente personales, a la vez que muy diferentes. Wura nació en Estados Unidos, donde ha vivido hasta hace unos pocos años. Raoul pasó sus primeros años en Lagos pero salió del país muy joven, y tampoco volvió a establecerse en Nigeria hasta hace poco. El hecho de que ambos hayan pasado la mayor parte de sus vidas fuera y de que sean de ascendencia mixta ha hecho que sus trabajos estén indisolublemente asociados a sus viajes existenciales. Sus itinerarios artísticos contienen diferencias significantes y este hecho se ve reflejado en las obras. En ellas, parecería que Wura intenta entenderse a sí misma mientras que Raoul trata de expresarse.

Las obras de Wura no son ruidosas, no nos gritan. Pero son de una belleza y una simplicidad irreprochables. Parte del motivo por el que sus pequeñas piezas en papel de calco funcionan tan bien es la delicada, íntima y cuidadosa atención que se le da al detalle. La artista trata materiales frágiles con mucho respeto y existe una gran calidad en el acabado de cada obra. Las ricas tintas de colores brillantes sobre el papel transparente tienen un aspecto muy sutil y sobrio. Y ese hilo sembrado con sencillez en el papel se vuelve una metáfora sobre las conexiones, enlaces y relaciones, tanto físicas como inmateriales. La presencia del hilo podría ser simplemente un trabajo de artesanía, pero al pasar por sus manos se convierte mucho más.

"Follow the Sun" (detalle).  Cortesía de la artista.
«Follow the Sun» (detalle). Cortesía de Wura Natasha Ogunji

En esta exhibición, Wura presenta algunas obras formadas únicamente por composiciones geométricas. En su conceptualismo, a primera vista parecen inexpresivas, frías y distantes, pero el color y, especialmente, su fragilidad física les da vida. Sobresalen hasta un punto al que las construcciones geométricas de Mondrian, por lo perfecto de sus composiciones, no son capaces de alcanzar.  Las líneas que delimitan las áreas coloreadas contienen siempre un punto focal y, por lo tanto, indican una dirección. Como resultado, la superficie del plano pictórico en el que aparecen pierde su bidimensionalidad, sugiriendo así  un espacio en tres dimensiones. El efecto de los pigmentos de tinta sobre el endeble papel resulta en un ligero desnivel de esa débil y plana superficie, añadiendo una nueva y sugestiva capa de complejidad. La dureza y precisión de las líneas está equilibrada por la ligereza del papel. Wura lo explica así: «Uso papel de calco, el tipo de papel que los arquitectos usan para los bocetos preliminares. Me encanta la manera como el hilo se muestra en contraste con él y cómo las amplias hojas de papel se mueven contra la pared. Puede parecer frágil pero a la vez tiene un peso. Cuando trabajo en los dibujos, especialmente cuando los estoy cosiendo al papel y, debido a que es translúcido, da la sensación de ser muy fílmico, es como si estuviera creando una viñeta en una cinta de película. Se puede hablar de los significados del papel, pero para mí se trata de simple amor por este material«. Estas últimas palabras ofrecen, tal vez, la clave para entender las obras de Wura: «simple amor por el material». Pero hay algo más que materialidad y composición geométrica. La frecuencia con que aparece la «cabeza de Ife», una figura icónica que se reitera en su trabajo, trae consigo asociaciones al pasado, a la tradición, las raíces, la identidad. Incluso cuando se trata solo de un hilo delgado o de unas pocas líneas y bandas de color que emanan de él como rallos, la «cabeza de ife» funciona como la metáfora de un lazo, una línea de comunicación entre realidades diferentes pero interrelacionadas. Y todo lo anterior, dicho con suavidad, de una forma sutil. Esta fragilidad es una de las mayoras fuerzas de las obras en papel de calco de Wura.

"Field Theoru Carbon". Foto cortesía de la artista.
«Field Theoru Carbon». Foto cortesía de Wura Natasha Ogunji.

Durante años, ha habido una preocupación recurrente en sus trabajos acerca de las conexiones, comunicaciones y asociaciones, particularmente el vínculo entre África y la diáspora americana. Su trabajo «I brought you this» («Te he traído esto»), en dos piezas, con la cabeza de Ife en una de ellas, ambas ligadas por un lazo frágil de rayos de colores, es un perfecto ejemplo de estos temas, dando cuerpo a estas ideas. ¿Quién trae qué? ¿A quién? ¿En qué dirección va la comunicación? ¿La «Cabeza de Ife» -y todo lo que ella representa- dice algo al presente, o la comunicación va en la dirección contraria, con la figura contemporánea escuchando lo que el pasado tiene por decir? Los trabajos de Wura son ambiguamente abiertos. ¿Podemos tomar sus sutiles referencias a la historia, memoria, tradición e identidad como un intento de entenderse a sí misma y ayudarnos a entendernos a nosotros mismos en nuestras circunstancias culturales, temporales y geográficas específicas? Aquí no hay duda, sus obras nos cuestionan a nosotros.

Aunque no están directamente influenciadas por ellos, las obras de Raoul, con sus vigorosas pinceladas y enfoque espontáneo al proceso de pintura, tiene muchas características en común con el Neo-expresionismo alemán con la tradición gestual de la segunda mitad del siglo XX: Gerhard Ritcher, Georg Baselitz, Anselm Kiefer, Jorg Immendorf. Markus Lupertz. Como la mayoría de estos artistas, Raoul se gira hacia el interior para buscar las fuentes de su trabajo. Los recuerdos y el instinto son importantes para él. De manera general, el contenido, el asunto central y el valor comunicativo son menos importantes que las obras en sí mismas. La fuente de la inspiración de Raoul es muy personal. Es un artista que trabaja dentro de una tradición y un método expresionista: espontaneidad, expresión, improvisación y acción gestual son centrales.

Sin título, Raoul da Silva.
Sin título, Raoul da Silva.

El proceso de interacción con los pigmentos y los lienzos es central en su manera de pintar. Cada dibujo, cada pintura es «reveladora» de las fuerzas, deseos y recuerdos internos. Como él mismo dice: «en mi manera de trabajar, lo intuitivo y lo impulsivo funcionan juntos y también enfrentados al lado racional, reflexivo y exploratorio, lo que ayuda a encontrar ese equilibrio. En momentos de explosión y desbordamiento desde ese sentimiento,  es tener confianza y fe en el hecho de que todos esos recuerdos, que son muy abstractos, nada específicos, pero incluso en la elección del color viene de esas evocaciones que elijo deliberadamente no detallar ni sobreanalizar». Las obras de Raoul se desarrollan desde dentro hacia fuera. Su fuerza formal viene del interior, y es por ello por lo que son tan inequivocamente personales. Para verlas, el espectador no necesita distraerse buscando un significado, una contextualización o justificaciones conceptuales. Son piezas para «disfrutar», más que para «comprehender».

Sin título, Raoul da Silva.
Sin título, Raoul da Silva.

Sus pinturas oscilan de composiciones decididamente abstractas a aquellas que están rellenas de expresivas referencias biomórficas, pero pocas vece ofrecen una ventana al mundo como todo el arte tradicional occidental hizo durante siglos. Son auto-referenciales. Existe una aletoreidad en sus piezas sobre el «café», en el que la impresibilidad de las formas  es parte del proceso. Para Raoul, la importancia del proceso está en el corazón de sus trabajos. Sus colores, líneas, manchas y formas cubren la totalidad del espacio. En contraste, Wura deja que ese delicado y arquitectónico papel de esbozo, de un tenue tono amarillo tome la mayor parte del espacio pictórico. Sus figuras, hechas de líneas hilvanadas y color, flotan en el espacio mientras que las bras de Raoul llenan el lienzo con efusiones de gestos que emanan del interior. A la vez que diferentes, estos dos artistas tienen en común sinceridad y autenticidad. Sus trabajos nos ofrecen una rara oportunidad de experimentar el arte más allá de lo simplemente retiniano y decorativo. Entablan una conversación con nuestros sentidos, pero también con nuestra mente. En el ambiente altamente comercializado del mundo artístico de Lagos esto no es un logro despreciable. Algo que se agradece.

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El próximo 28 de abril, la artista Wura Natasha Ogunji organiza «House of Wahala», una subasta de obras de varios artistas internacionales y basados en Texas en donde el nigeriano Emekah Ogboh pondrá la banda sonora. El objetivo de «House of Wahala» es reinventar la subasta, eliminando intermediarios y posibilitando el contacto directo entre artistas y compradores. Los postadores podrán también hacerlo online, con precios de salida a partir de 100 $. Más información en este link.

* Jess Castellote es un arquitecto y amateur de arte contemporáneo instalado en Lagos, Nigeria.  Castellotte ha publicado varios informes y libros acerca del arte contemporáneo en Nigeria. Es también director del Virtual Museum of Modern Nigerian art y de la Foundation for Contemporary and Modern Visual Arts (FCMVA)

Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Jess Castellote, “A view from my corner”. Traducción: Ángela Rodríguez Perea.

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