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El filme versa sobre los nuevos tiempos de África y sus variadas vicisitudes, en los que la República de China se ha sumado a la larga lista de potencias influyentes en el continente. El protagonista, Adam, interpretado magistralmente por Youssouf Djaoro, fue un antiguo campeón de natación durante su juventud. Actualmente se ocupa de cuidar la piscina de uno de los hoteles más refinados de N’Djanema, que de la noche a la mañana es adquirido por compradores chinos. La nueva directiva decide despedir a Adam y contratar en su lugar a su hijo Abdel. Al mismo tiempo estalla una guerra civil en el Chad y la ciudad está invadida por el desconcierto. El gobierno presiona a los ciudadanos para que contribuyan con lo que puedan en la lucha contra los rebeldes. A Adam, humillado por la sociedad y desposeído de bienes materiales, sólo le queda su hijo…
Con una fotografía y una dirección de actores impecables, Haroun nos cuenta un capítulo más de la historia de su país a través del drama de esta familia. En un mundo globalizado donde prima la productividad por encima de todo, se ha producido una transmutación de los valores sobre los cuales se han sostenido gran parte de las sociedades africanas durante siglos. En el Chad, al igual que en muchos rincones de África, la vejez se asociaba a un momento de la vida cargado de respeto por la sabiduría y la experiencia, pero esta obra refleja una sociedad sin escrúpulos en la que, en ocasiones, padres e hijos entran en conflicto por una mera cuestión de reconocimiento.
Un homme qui crie obtuvo el Premio del Jurado del Festival de Cannes en 2010, y también fue galardonada en Dubai, Chicago y Milán. Dejemos hablar al propio Haroun sobre su última experiencia cinematográfica:
En el siguiente enlace podemos ver Un homme qui crie subtitulada al español: