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Peter Bauza es un fotógrafo nacido en Alemania, en 1959. Con ansias de buscar un nuevo rumbo, comenzó a viajar por Sudamérica para luego radicarse en Argentina. Desde muy joven se sintió movilizado por las diferencias socioculturales. Al encontrar su vocación cómo fotógrafo, se dedicó a comunicar historias desde un lugar activo. Sus fotos transmiten historias generando que nos impliquemos como receptores y captemos mucho más que una simple imagen. Bauza busca la reflexión a partir de lo observado.
Su última producción, a ser presentada el próximo jueves 10 de octubre, es una muestra fotográfica que reúne 25 fotos de su viaje por Uganda. Se trata de “Emito, emito…. Children of earth”, con fines educativos, donde se intenta reflejar la sencillez y naturalidad de la cultura de aquel país africano. Será expuesta en la Argentina que tanto quiere, ante la presencia de más de 1.200 alumnos de colegios secundarios, en la prestigiosa escuela Goethe Schule, ubicada al norte de la Provincia de Buenos Aires. Lo recaudado por la venta de las fotos será destinado a ayudar a diferentes proyectos sociales de la Argentina. Las fotos han sido escogidas por el artista junto a Virginia Fabri, directora del departamento de fotografía del Centro Cultural Borges (sito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
Con su labor, Bauza devuelve la imagen de un pueblo digno, naturalmente hermoso y con capacidad de sonreír, aun en medio de las dificultades. Es una muestra intensa y admirable que invita a una profunda reflexión. Dividida en cuatro segmentos, “Trabajo”, “Jugar”, “Estudiar” y “Esperanza”, el fotógrafo traslada a un mundo fuera de lo material y mucho más sensible.
Bauza demuestra que es posible encontrar belleza y dignidad a través de acciones prácticas que mejoren la calidad de vida de sus habitantes, brindándoles acceso a la educación o al agua potable, o bien a través de su cámara fotográfica y un agudo ojo observador.
“Hay vida y un mundo sin teléfonos celulares, ni computadoras”, explica Bauza. Y agrega, “Creo que es bueno despertar la responsabilidad social en las personas. A veces podemos hacer cosas a la vuelta de casa. África, Uganda, es simplemente representativo”.
A continuación, la entrevista al artista.
¿Qué fue lo que le llevó de nuevo a Uganda a tomar más fotografías?
Trabajé en un proyecto humanitario en la agricultura para una empresa y esto me hizo profundizar en mis conocimientos de Uganda, su gente, hábitat, problemas y desafíos.
El 10 de octubre inauguramos la muestra “Emito emito… children of Earth”, con la curadora Virginia Fabri (directora del departamento de fotografía del Centro Cultural Borges, Buenos Aires) en el Goethe Schule. Un colegio alemán de mucho prestigio en Argentina.
Queremos mostrar un mundo sin las necesidades de la “High Tech”. Sin smartphones, juegos electrónicos, etc. Un mundo donde, a pesar de las necesidades importantes y carencias, “con lo básico” se puede ser feliz también.
¿Cómo seleccionó el itinerario al interior del país?
Sabía por mis contactos en Uganda que el interior del país es el más necesitado, especialmente el norte, en dirección a Sudán.
¿Encontró trabas y/o dificultades al hacer su trabajo? ¿Cuáles?
Es un país muy amable con lo cual nunca encontré problemas de relacionarme. Gracias a conocidos y por vía de una ONG logré acercarme mucho a la raíz de mi tema “los niños del futuro”.
Uganda tiene fama por su pasado y la presencia de uno de los dictadores más crueles de África ¿Hay recuerdos sobre Idi Amin hoy día? ¿Vio algo relativo a él?
Es un foto documental en el cual estoy trabajando actualmente. Es menos sobre Idi Amin y más sobre Joseph Kony (líder del Lord of the Resistence Army -LRA-) quien secuestró muchas personas. Muchos de ellos niños, a los que obligó a convertirse en soldados. Una guerra de casi 20 años con el gobierno.
Muchos mutilados viven hoy en una profunda pobreza, sin llegar a cubrir muchas veces sus necesidades básicas.
¿Qué valor confiere a la práctica de boxeo en Uganda, tan popular en el país?
Hice un foto reportaje sobre las mujeres boxeadoras en los slums en Uganda.
Fue publicado en ALMA Magazine a principio de año y recientemente en Paris Match. El boxeo es una posibilidad como salida de la pobreza. Pero muy pocos llegan a la fama. Es más un sueño y una ilusión que una posible realidad. Una ONG prometió con fondos de una donación de una boxeadora internacional para ayudar a las mujeres boxeadoras en Kampala. Esto fue hace un año y hasta la fecha no ha ocurrido nada. En general, el boxeo en Uganda no cuenta con grandes recursos institucionales. Las mujeres no difunden en la sociedad sobre este deporte, boxean muchas veces por tan solo una comida. Ellas no tienen posibilidades de ser conocidas o tener accesos a técnicas y recursos sin ayuda internacional.
El 18/10 habrá una muestra sobre mujeres en el boxeo de Uganda en el contexto de un día muy especial en el colegio Waldorf Schule de Buenos Aires, que se llamará “África, encuentro de los Pueblos 2014”.
¿Cuáles son las conclusiones sobre la muestra fotográfica que ofreció en Buenos Aires (CC Borges) entre fines de 2012 y principios de 2013?
Realmente fue una muestra muy importante para mí. Quise acercar África a los argentinos. Quise compartir los momentos bonitos como también los problemas y sus realidades. Para realizar la muestra, estuve casi tres meses. Fue un trabajo de largo plazo con la ayuda de mucha gente y amigos, sin ellos no hubiera sido posible.
El CC Borges es un lugar ideal para exponer. Cuenta con las instalaciones perfectas, como también con un público importante e interesado en el arte.
¿Por qué vuelve a elegir Argentina para exponer?
La Argentina es un gran país y como muchos otros atraviesa dificultades. Me gusta exponer aquí y cuento con una gran amiga profesional, la curadora Virginia Fabri, directora del departamento de fotografía del CC Borges. Ella siempre está cerca de mis proyectos y cura mis trabajos.
También me encantaría exponer en el prestigioso palacio San Martín. Quién sabe…
¿Cuáles son las imágenes que más vincula a África? ¿Cuáles son las que mejor representan su experiencia allí?
Es una pregunta muy compleja. Cuando hablamos de África vemos siempre los safaris, la pobreza, guerras y, últimamente, el ébola. Pero existe mucho más. África es un continente con más de 50 países. Algunos tienen cosas y culturas en comunes, otros no. Es un tema para hablar mucho tiempo.
África, especialmente Uganda, cambió mi forma de pensar, sentir y actuar. Cuando regresé después de casi un año y medio aprendí a apreciar mi vida actual y desprenderme más del pensamiento material, que todos tenemos de alguna forma.
Me comprometí con cuatro niños en el norte de Uganda, con el fin de darle la oportunidad de ir a un colegio y terminarlo, teniendo así una posibilidad para un futuro mejor. Están en un internado.
Además, estoy construyendo una pequeña escuela primaria para aproximadamente 200 niños con la ayuda del Rotary Club en Mukone, Uganda.
África cambió mi forma de ver la vida.
Ud. retrató la pobreza entre otros motivos (por ejemplo en Katanga, barrio de la capital Kampala): ¿cómo hace para no inmiscuirse con el sujeto fotografiado, es decir, tomar distancia?
Mientras usted relata, documenta y pregunta, más compromiso adquiere usted con la gente. No es fácil mantener distancias prudentes.
En Katanga, por ejemplo, uno de los slums muy afectados en Kampala, me detuve mucho tiempo… Organizamos un evento educativo contra el SIDA/Hiv con la ayuda de una militante y cantante HIV positiva, entre otras cosas.
Creo que uno nunca vuelve a ser el mismo después de haber convivido con grandes necesidades, pobrezas y/o en guerras. Para mí no son sujetos, son seres como nosotros pasando por momentos de necesidades extremas y esto tiene que ser documentado.
En la muestra anterior exhibida en Buenos Aires sobre Uganda hay fotos de sus habitantes desnudos y semidesnudos. ¿Hubo reticencias de parte de ellos a ser fotografiados por ese u otros motivos?
Es parte de su cultura ancestral. Para mucha gente no es usual, para ellos es la vida diaria. En ningún momento hubo problemas. Como en la mayoría de los documentales, uno tiene que ser amigo y ganar la confianza.
¿Qué impresión causó su trabajo en Uganda?
Si habla sobre reacciones de parte de las autoridades, creo que cada ayuda de afuera es bienvenida. Uganda cuenta con miles de ONG´s.
¿Qué técnica prefiere para tomar fotografías?
En los documentales son tomas directas, hoy como casi todos los fotógrafos, por medio digital. En la muestra “Emito emito…” no se usaron flashes. Resulta muy difícil hacerlo con el sol radiante, que se expone durante casi todo el día. No hago posar a las personas. Prefiero que la energía fluya.
¿Por qué elige el blanco y negro para sus fotos, característico de casi toda su obra?
Siempre se dice lo mismo…el B/N nos concentra en la foto y no perdemos la atención al tema. Tengo una doble vida…una en B/N y a veces también en colores. René Burri era famosa por esta doble vida. B/N seguramente traslada a tiempos anteriores y seguramente tiene la facilidad de dramatizar la situación. Sin embargo, esto último no es la intención de mis fotos.
¿Qué busca transmitir a través de las imágenes?
Generar una reflexión profunda, captar un momento único que no se repite, registrar algo para una eternidad.
¿Qué sensación/es experimenta al momento de presionar el flash?
Seguramente me pregunta por la captación, el obsturador. Mirar a través del visor es único y especial. Es el momento donde uno se encuentra solo con una realidad. Digo siempre, despues de ver por el visor, la vida nunca será igual. Uno camina por la vida y el mundo más atento.
¿Cómo evalúa la recepción en su trabajo en Europa y particularmente en Alemania?
Por haber vivido casi una vida en América Latina no he prestado mucha atención en exponer en Europa. Sin embargo, estamos hablando en Alemania con unas galerías. También estamos planificando una exposición en Rio de Janeiro sobre África, especialmente acerca de un cantante de los barrios pobres, pero el cual conoció la riqueza como su actual pobreza.