Niamey se acerca

A partir de la próxima semana, el equipo de afribuku permanecerá hasta finales de diciembre en Niamey, capital de la República de Níger, organizando varios proyectos de cooperación cultural de la ONG española Arts Cultura y Desarrollo. Durante este tiempo, informaremos a través de esta página sobre cuestiones relacionadas con la escena cultural nigerina, así como sobre aspectos cotidianos que puedan despertar nuestra curiosidad.

Javier Mantecón, nuevo colaborador de este blog, se encargará de ejecutar un programa formación de formadores en gestión cultural y un festival de promoción de jóvenes creadores locales: Consonarts. Alejandro de los Santos, por su parte, coordinará el I Encuentro Internacional de Literatural Oral Africana, que tendrá lugar del 6 al 9 de diciembre de 2012 y que reunirá a científicos y artistas especializados en la materia. En principio, estaba previsto que este evento se celebrase a principios del mes de octubre en Bamako (Malí), sin embargo se postergó por la inestabilidad política en la que se encuentra el país tras el golpe de Estado del capitán Sanogo.

Dentro de los 15 millones de habitantes de este país, conviven seis grandes grupos de etnias: haoussa (la mayoritaria), djerma, songai, tuareg, peul y kanouri, además de otros pueblos menos representativos como los árabes. La amalgama de ritos, costumbres, música, danza y literatura oral cimientan una cultura nacional claramente heterogénea y que esconde auténticas sorpresas entre las infinitas dunas del Sahara y los arbustos bajos del Sahel. En Níger tan solo el 29% de la población está alfabetizada, por lo que la palabra sigue siendo el principal motor de traspaso de la tradición y de la historia de estos pueblos. La escritura permanece confinada a un segundo plano, aunque en los últimos años el número de personas letradas ha dado un repunte significativo.  En la producción literaria asoman la cabeza algunos nombres como Boubou Hama y Abdoulaye Mamani, además del poeta tuareg Mahmdoudan Hawad, nacido en territorio nigerino, aunque niegue su pertenencia al Estado centralista. Durante este tiempo estudiaremos la obra de otros autores emergentes que merezca la pena conocer en profundidad.

Sin duda, es en el ámbito de lo audiovisual donde mayor proyección han tenido los artistas nigerinos a nivel internacional. Oumarou Ganda, es quizás el nombre más reconocido de cineastas nacionales, puesto que fue un fiel colaborador del director francés Jean Rouch y produjo las dos obras inolvidables Cabascabo y Wazzou Polygame, que le valió el primer premio en la primera edición de la bienal de cine africano FESPACO. Por su parte, Moustapha Alassane fue el precursor del cine de animación en el África subsahariana, iniciando su recorrido en la imagen en movimiento por medio de pequeños juegos de sombras chinescas para entretener al público más joven, que lo conducirían a una carrera bastante prolija en producción cinematográfica y en reconocimiento. Y no podemos olvidar el nombre de Sani Elhadj Magori, una de los autores emergentes del país, que dirigió recientemente el documental Koukan Kourcia sobre la figura de Hussey, una cantante de avanzada edad que alcanzó su máximo esplendor en los años 70.  En el campo de la imagen estática, la fotografía, Philippe Koudjina retrató como nadie, la vida cotidiana de los nigerinos en los primeros días de la independencia del país, lo que le ha valido en múltiples ocasiones el apodo del Malick Sidibé nigerino. Aunque más allá de comparaciones odiosas, merecerá la pena conocer de cerca la calidad de su obra y la voluntad de inmortalizar el espíritu de un país tras la colonización francesa.

En el terreno de la música, los grupos que más circulan hoy por hoy por los circuitos internacionales son los ritmos del blues tuareg de Bombino, Etran Finatawa y Toumast, que han sabido beneficiarse a la perfección del empujón de este estilo gracias al éxito de los malienses Tinariwen. Asimismo, trataremos de descubrir a grupos como Mamar Kassey, que agrupa en sus filas a artistas de prácticamente todas las etnias que constituyen el país, con un toque original y con una sonoridad fascinante.  Nos encantaría conocer al líder del grupo, Yacouba Moumouni, músico multifacético que despunta especialmente por su destreza con la flauta peul: una vez entre sus manos suena a las mil maravillas.

Todo esto y mucho más, estaremos descubriendo durante estos meses. Níger es el segundo país con menor índice de desarrollo del mundo, ocupando el puesto 187 de un total de 188, por lo que parece un lugar cuanto menos interesante para realizar nuestra actividad. Desde este pequeño espacio en el universo web, trataremos de acercar día a día la realidad de un lugar tan desconocido para casi todos. No nos quiten el ojo de encima.