Este mozambiqueño ha participado en exposiciones importantes internacionalmente como la Bienal de la Fotografía Africana de Bamako 2011, el BESphoto 2011 de Portugal, la VI Edición del Chobi Mela Photo Festival de Bangladesh 2011, el Photospring de Pekín 2011 o el LagosPhoto I y II edición. Macilau realizó varias residencias en The Bag Factory Studio (Johannesburgo, Sudáfrica), CACAU en la Isla de San Tomé y en el Crossing Point at Rencontred Dárles 2012. Su trabajo ha sido reconocido con premios tan prestigiosos como el Visa pour la création 2012 del Instituto Francés, el BMW Premio 2012, el Premio para Proyectos de Protección en Washington DC 2012, el Premio de la Fundación EVTZ en Alemania, el Premio Santa Lucía en España 2011 y el premio de la AECID de creación 2011. Además, es miembro del comité de artistas y comisarios de cada festival de fotografía que se celebra en África organizado por el Instituto Goethe .
Recientemente participó en el programa de televisión Artscape de Al Jazeera y ha sido premiado con el primer premio Shoot The Face 2013. En la actualidad vive y trabaja en Maputo y forma parte de esa nueva generación de fotógrafos africanos que retratan su propio continente.
¿Cómo se convirtió en fotógrafo?
En la vida no se escoge el destino. Van sucediendo cosas y siempre tenemos que tomar un camino: o lo tomas o lo dejas. Y ambas opciones son válidas, pero necesitas tener conocimiento para seguir tu intuición o ignorar el miedo.
Yo no elegí ser fotógrafo, eso es una cosa que vivía dentro de mí de forma innata, nació cuando yo nací, pero siempre lo ignoré porque pensé que yo iba a ser otra cosa que no tenía que ser.
¿Pero cómo comenzó en la fotografía?
Desde niño me empezó a gustar la fotografía. Es algo que se manifestó en mí y yo ni siquiera era consciente a pesar de lo fascinante del poder de la imagen. En ese momento, no tenía medios, no sabía nada, y como crecí con una madre con pocos recursos, no podía estudiar. Las pocas veces que iba a la escuela tenía miedo de no terminar y no tener un futuro determinado. Pensaba que no valía nada porque no sabía hacer nada. Lo peor de todo es que no pude terminar el colegio debido al atraso en los pagos de la matrícula. En el recreo trataba de juntarme con otros niños que iban bien vestidos con el simple objetivo de hacerme su amigo y compartir mi sentimiento, pero eso fue imposible porque mis compañeros me discriminaban. Con estas circunstancias no fue posible estudiar, me quedé en casa y comencé a ayudar a mi madre en su negocio, vendiendo las galletas caseras que ella hacía, vendía gasolina en recipientes de cinco litros y recorría varios kilómetros porque en aquella época se utilizaban lámparas de queroseno caseras.
El tiempo pasó, la vida cambiaba poco a poco y el negocio de mi madre también según avanzaba el tiempo. Así comencé a vender naranjas que llevaba en una vasija hasta la ciudad. Fue allí donde me convertí en un niño de la calle porque no podía volver a casa temprano. Así que comencé a trabajar en una iglesia católica en el servicio de asistencia a personas mayores. Ayudaba a servir platos de sopa a cambio de otro plato para mí. Fue allí donde conocí al Padre Xavier, que era un español que me ayudó bastante a descubrir muchas cosas sobre mí.
En este momento ya me gustaba la imagen, escribía poesía y tenía una banda de hip-hop, pero tenía que pensar en una profesión específica como el periodismo. Nunca fui capaz de hacer esa carrera y seguí mi destino: la fotografía. Practiqué sin parar y acabé aprendiendo, aunque no tenía ni idea y no imaginaba dónde me iba a llevar todo esto. La fotografía desempeñó y desempeña un papel fundamental en casi todas las situaciones de la vida del ser humano. Ella sirve de testigo y además tiene una fuerza enorme para producir cambios sociales.
¿Qué le inspira?
La verdad es que no sé de dónde viene mi inspiración, pero el principio de ella son las personas y sus historias. Cada uno de nosotros tiene siempre un lado interesante por descubrir, compartir, y esa maravillosa virtud del ser humano me motiva muchísimo. No es algo que siempre venga, depende del momento, del lugar y del tema.
¿Qué hace para que una imagen llame la atención?
Muchas personas piensan que las imágenes de guerra y de hambre llaman la atención. Eso no es cierto. Lo que sí sé es que un fotógrafo sensato no piensa en llamar la atención. ¿Llamar la atención para qué? Por suerte aprendí a preocuparme de la calidad de mi trabajo por encima todo con el fin de satisfacerme a mí mismo. No me siento cómodo si mis imágenes no tienen esa propiedad, no sólo de calidad sino de respeto, integridad y convivencia con el protagonista de los proyectos. Esto ayuda a conseguir de buena manera un equilibrio entre los tres elementos que forman parte de una fotografía: fotógrafo, fotografiado y espectador. Para mí eso es lo relevante.
¿Qué significa la fotografía para usted?
Como su nombre lo indica: escribir con LUZ. La fotografía es mi lenguaje, es a través de ella que me comunico y como dije, yo no creo sólo en la fotografía como un elemento físico, ya que ella tiene que producir cambios.
Los protagonistas de tus fotografías, ¿tienen algo de Mario Macilau? ¿Existe algo de usted en ellos?
Las personas que retrato en mis proyectos no tienen necesariamente algo de mí, el único nexo de unión es que todos somos seres humanos y que todos somos iguales los unos a los otros. Como fotógrafo, cuando pienso en un proyecto o en una fotografía, sé que no es real porque siempre existe un antes y un después. ¿Sabes por qué? Porque en medio de todo está la realidad.
Y una buena fotografía, ¿se pide o se busca?
En teoría no existe una buena fotografía, no se pide ni se busca. Esta se hace, se toma, pero antes de todo es necesario saber qué es lo que se quiere captar antes de disparar. Es necesario entender la luz y saber fotografiar sin cámara.
¿Qué tipo de fotografía le gusta hacer?
La gente dice que me gustan los retratos y los detalles, y lo puedo confirmar. Para mí el retrato es la representación visible del “sujeto” que está dentro de mis proyectos temáticos y me refiero a la fotografía documental o conceptual. De esta forma consigo no sólo reproducir la fisionomía sino también captar el carácter, la personalidad y el alma reflejados en la mirada, en las facciones, en los gestos, en la figura…
¿Qué le sorprende en una fotografía?
Lo que llama la atención de mi curiosidad en una imagen es la composición, la correcta aplicación de la luz y sobre todo el mensaje. Éstos son los elementos que más fuerza tienen en una foto. No creo en la fotografía como objeto estético sólo porque es un componente potente, con poderes mágicos para crear cambios sociales en el mundo en el que vivimos. Como se dice una imagen vale más que mil palabras, una foto bien hecha, bien enfocada puede tomar toda una vida para que se pueda hacer una lectura infinita, su mensaje no es temporal y el aire que tiene nunca acaba.
¿Cómo resumiría su trabajo?
Mi trabajo es sobre temas sociales, culturales y políticos dentro del tiempo y el espacio de la realidad del mundo en que vivimos. Recientemente he estado trabajando con temas relacionados con la condición humana y el medio ambiente que afecta a grupos socialmente aislados, en un intento por recuperar su dignidad y su identidad.
¿Nos puede decir algo de sus proyectos?
Mis proyectos son casi siempre personales a corto o largo plazo según el tema en cuestión y el lugar donde esté, dichos proyectos son enteramente realizados por mí de una manera natural, a veces es un tema que nunca antes había pensado y que está justo a mi lado. Y de repente surge la inspiración, el interés y la visión como observador del fotógrafo.
¿Qué opina sobre la fotografía realizada por africanos?
El arte en general puede ser fácilmente percibido a través de una perspectiva local pero también hay algo muy importante e interesante para mí, es una cuestión de accesibilidad. Quien conoce mejor su lugar, su espacio, su cultura, consigue llegar mucho más allá. Consigue transmitir la realidad de su cultura de una justa y digna. Cada artista es libre de crear donde quiera crear pero lo que yo hago, lo hago de una manera digna.
¿Cree que existe una crisis en el mundo de la fotografía?
Hoy en día, en occidente todo el mundo tiene máquinas fotográficas y la mayoría de estas personas tienen mejor equipo que un fotógrafo profesional. Ellos mismos se auto engañan con lentes grandes en sus máquinas de opción automática. La verdad es que la fotografía está en crisis y de esta forma el conocimiento se va muriendo. Antiguamente había una gran consideración por el papel que la fotografía desempeñaba en la vida del ser humano. Estaba presente en casi todos los momentos de felicidad o tristeza y por eso se prestaba atención a su calidad. Pero hoy en día no.
¿Cree que la fotografía en África promueve los estereotipos del continente como el hambre o la guerra?
Realmente no lo creo. Existe gente con máquinas que trabajan en esas grandes organizaciones no gubernamentales que venden África con el objetivo de conseguir donaciones. Quizá no sea algo malo, pero lo que está mal es cómo África es representada en fotografías sin calidad, siempre con la misma imagen de miseria, que no le da ni voz ni dignidad. ¿En este caso dónde hay respeto y consideración, dónde hay acercamiento? Las personas que trabajan en estas organizaciones hacen fotos feas y sin calidad, que usan para carteles publicitarios. Esto no está bien. Es necesario llamar a quién sabe cómo hacer su trabajo.
¿Cuál es el secreto para realizar retratos?
La proximidad.
Los lugares y las condiciones climáticas son aspectos cruciales para una imagen de éxito. ¿Cómo se enfrenta a estos factores imprevisibles?
Cada fotógrafo tiene su propia identidad, esta identidad está definida de manera natural por muchos años de trabajo, a través de la técnica que se aplica siempre. El fotógrafo descubre su identidad sin darse cuenta. Hoy puedo decir que tengo ese sello propio, y por eso quien conoce mi trabajo no necesita ver mi nombre escrito debajo para identificarlo. Esto tiene que ver con la luz, el tiempo y el objetivo del trabajo, pero al mismo tiempo existen esos factores esenciales y absolutos que nadie puede cambiar como la lluvia o si está nublado. Esto forma parte de la vida y cada ambiente requiere de ciertas técnicas, y quien no las conoce no puede hacer nada.
¿Influyen las creencias políticas o sociales en el éxito o fracaso de su trabajo?
Mi trabajo no tiene nada que ver con ese tipo de creencias porque no es mi objetivo. De alguna manera esas creencias son un análisis que se centran en el estado físico y mental del ser humano, entre varias formas, varios estilos, entre el amor o el odio, entre las luchas por el éxito, por el fracaso…
¿Cree que representa a la nueva generación de fotógrafos mozambiqueños?
Creo que esto es una posición equivocada o mejor dicho, no me doy títulos a mí mismo. Esta tarea se la dejo a otros que pueden estar de acuerdo o no en opinar si formo parte de esta nueva generación. Y lo que opinen otros no puedo cambiarlo.
¿Qué cree que lo diferencia?
Lo que he hecho siempre ha sido luchar por mi trabajo y por la calidad del mismo con humildad y honestidad. Sé que es difícil pero lo intento. La única diferencia que existe entre otros fotógrafos respecto a mí es la identidad en este oficio. Cada uno tiene su forma de ver las cosas, tiene su manera de trabajar y tiene sus puntos de vista.
¿Tienes algún fotógrafo favorito?
Mis fotógrafos favoritos son varias, conocidos y no conocidos, locales e internacionales. Cada día veo lo que otros hacen.
¿Recuerdas cómo era su primera cámara?
Fue una Nikon FM2 y después una Mamya C330.
¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?
La vida es un largo camino lleno de espinas y es necesario caminar hasta el final. Es un reto muy grande y muchos desisten cuando casi llegan al destino sin pensar que tendrán que volver por el mismo lugar. Esto lo he aprendido a lo largo del tiempo, con mi propia experiencia.
¿Dónde podemos ver su trabajo?
Llevo casi 4 años haciendo las actualizaciones de mi página web en busca de presentar de la mejor manera posible mi trabajo. A partir de enero lanzaré mi nuevo página web. Ya está casi lista pero antes de eso, pueden apreciar parte de mi trabajo en www.kaiaphotos.com. Ahora sólo deben estar atentos.
alfonso luzio
Muy buena definicion de la fotografia, como eso de escribir con luz.
Sandra Quiroz
Y maravillosa forma de comunicarse, ¿verdad?
"Panagea" o el arte de minimizar al arte | afribuku.com
[…] también presenta a artistas consagrados como el fotógrafo mozambiqueño Mário Macilau, a quien afribuku entrevistó unos meses atrás, o el marfileño Aboudia, otro de los hijos […]
Lagos, la nueva capital africana de la fotografía | afribuku.com
[…] había nombres como nuestros ya conocidos Osborne Macharia, de Kenia, o el mozambiqueño Mário Macilau. Con Lagos Photo hemos tenido otros flechazos que invitamos a seguir más de […]