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Para este año el repertorio será variado, con artistas locales y europeos que interpretarán composiciones conocidas como valses vieneses de Strauss, las célebres danzas húngaras de Brahms, creaciones románticas de Schumman y la danza macabra de Saint Saëns. Para esta ocasión, se contará con la presencia destacada de la soprano sudafricana Nozuko Teto, considerada como una de las artistas clave dentro de este estilo tan desconocido en África. El programa del festival dispone de un amplio espacio dedicado a la formación y a las residencias entre artistas, que enriqucerá sin duda el conocimiento de los intérpretes más jóvenes. Entre ellos podemos destacar a la joven soprano Nombuso Ndlandla, a la mezzo-soprano Andiswa Makana y al barítono namibio Reiner Schneider-Waterberg, que realizarán un recital único de voz y piano con piezas de Brahms y Schumman. Además, una de las actuaciones más esperadas será la de Buskaid Soweto String Ensemble, orquesta conocida a nivel mundial puesto que nació como fruto de un proyecto de integración social con jóvenes en riesgo de exclusión social del barrio marginal de Soweto.
La existencia de una ingente red de conservatorios en Sudáfrica ha generado un crecimiento del interés de los estudiantes por lo que se había considerado hasta el momento como la música clásica propiamente de Europa. De hecho, numerosos artistas de origen bantú reivindican la necesidad de integrar la etiqueta «europea», puesto que África también posee su propia música clásica que es conocida comúnmente como tradicional, denominación que a menudo resta peso a su importancia e interés cultural. Muchos de los grandes músicos de Sudáfrica han pasado por la música clásica europea antes de profundizar en otros estilos más contemporáneos como el jazz, el gospel, la música electrónica, el pop e incluso el rock. Es el caso de Sibonguile Khumalo, para muchos la mejor voz de Sudáfrica de todos los tiempos, que fue la primera negra en interpretar el papel de la Princesa Magogo en la primera ópera africana, Princess Magogo ka Dinuzulu. Khumalo llegó a grabar varios trabajos magníficos de música clásica en inglés y en lenguas bantúes como Inmortal Secrets antes de volcarse en el excepcional laberinto jazzístico sudafricano.
La fuerte presencia de africanos de origen europeo en África ha propiciado que Mozart o Chopin no resulten del todo desconocidos para parte de la población negra y surjan nombres importantes como la ghanesa Margaret Ferguson o la sudafricana Pretty Yende, ganadora en 2011 del galardón Operalia en Moscú. De hecho son varios los festivales que existen en el continente como el Festival Internacional de Música de Maputo (Mozambique) o el No. 1 Ladies Opera Festival de Botswana. África nunca dejará de sorprendernos.
A continuación les dejamos un vídeo de la sudafricana Nozuko Teto, plato fuerte del Johannesburg Mozart International Festival.