El
Aya es una joven de 19 años, protagonista de la historia, que vive en Yopougon, barrio periurbano de Abiyán, capital de Costa de Marfil, a finales de la década de los 70. Habían pasado casi 20 años de la independencia de este país de Francia, y el gobierno del presidente Félix Houphouët-Boigny se encontraba en plena fase de expansión, conocida popularmente como “el milagro marfileño”. La prosperidad del sector agrícola favoreció un crecimiento financiero, educativo y cultural sin parangón en un continente vapuleado por la pobreza y por las dificultades de reactivar una economía sometida a la falta de cargos especializados tras la expulsión de los colonos. A finales de la década de los 70, algunos de los grandes males de África como la corrupción o el nepotismo más descarado comenzaron a asomar la cabeza en la vida política del país, haciendo mella en el funcionamiento de la sociedad marfileña. La novela gráfica Aya de Yopougon es un vivo retrato de las aspiraciones de la juventud femenina de clase media durante aquella época a través de las vicisitudes de tres amigas inseparables. Aya, la “empollona”, es responsable, feminista y luchadora. Su meta es convertirse en médico, muy a pesar de la voluntad de su propio padre, para quien la mujer no debe distanciarse demasiado de los morteros y de los pañales. Para Bintou los estudios carecen de importancia, el procedimiento de promoción social más veloz es la caza del nuevo rico africano en los maquis (bar-discoteca de barrio) de Abiyán. Por último, Adjoua es más inconsciente, se deja llevar por los anhelos de Bintou del enriquecimiento inminente, reflejo de la floreciente economía del dinero fácil y rápido. Las disparatadas relaciones entre estas jóvenes con sus familias y su entorno marcan el transcurso de una narración simple y divertida, amenizada más si cabe por las ilustraciones coloristas de Clément Oubrerie.
La novela gráfica aborda diferentes aspectos sociales y políticos que han determinado problemáticas contemporáneas comunes de casi todos los grandes núcleos urbanos del África subsahariana. El binomio tradición y modernidad, la prostitución, el chantaje, el machismo o la confabulación entre políticos y poder económico, se han convertido en objeto de denuncia de la mayoría de los intelectuales africanos desde los 70. La virtud de Aya es haberlos desmenuzado de forma fresca y natural, sin perder un ápice del sentido del humor que ciertas situaciones merecen y sin la carga dramática tan recuerrente de otros autores coetáneos. Estos elementos han propiciado la conquista de un público compuesto por varias generaciones de africanos que ven plasmadas sus experiencias de vida en esas viñetas. Tratándose de una publicación adaptada a la industria francesa del cómic y de acceso prohibitivo para un público africano de poder adquisitivo medio, los centros culturales franceses han tenido una importante responsabilidad en la difusión de este cómic, invitado en repetidas ocasiones a los autores a participar en clubes de lectura, exposiciones y debates sobre la obra. Marguerite Abouet y Clément Oubrerie entendieron la conexión automática con los lectores y crearon una saga que celebra ya los 6 volúmenes, y una película que sólo tendremos la oportunidad de ver en la gran pantalla a partir del próximo mes de julio.
Hasta entonces, no nos queda otra que mordernos las uñas y esperar leyendo o releyendo las aventuras urbanas de las tres marfileñas. La empresa española Norma Editorial publicó en 2007 una versión en castellano de la colección completa, con lo cual nadie puede excusarse ante la falta de acceso al 9º arte africano.
El Festival Internacional del Cómic de Angoulème: http://www.bdangouleme.com
Entrevista a Marguerite Abouet, autora de Aya de Yopougon | afribuku.com
[…] para la gran pantalla ya puede verse en los cines. Ha pasado un tiempo interminable desde que anunciábamos el salto al formato audiovisual de nuestro cómic favorito. Para una ocasión así, hemos querido conversar con la autora de la […]